Por interés te quiero Andrés

Kant decía que la única cosa buena que existe es una voluntad buena, medida a partir de las intenciones de dicha voluntad. Falso. La única intención por naturaleza que existe es la de salvar el culo, de librarte de todos los males y salirte con la tuya. No sé si siempre ha sido así, pero desgraciadamente esta sociedad está regida por un natural egoísmo que nos impulsa a hacer todo aquello que nos beneficie. Sí, es cierto que existen acciones como las que realizan las ONGs que no buscan aparentemente una finalidad pero sí que lo hacen: consiguen que las personas se sientan bien consigo mismas, satisfechas de haber dado algo a alguien que ni conocen ni quieren conocer, pensando que así están colaborando en arreglar el mundo. Un mundo en el que está muy bien dar de comer a los que viven en el tercer mundo, pero no movemos un dedo por los enfermos de aquí, los vagabundos... También es cierto que la ayuda que recibe alguien por parte de un amigo parece que no tiene una intención egoísta, pero nuevamente ésta se esconde tras las apariencias: el motivo por el que un amigo ayuda a otro o por el que queda con él es porque necesita tener a alguien y que ese alguien esté bien. La amistad es una unión de intereses, así de simple. Luego viene el amor, ¿existe el amor?. El verdadero, no. La gente no quiere a otra gente, se quiere a sí misma y por eso quiere, necesita estar en compañía de alguien. No quieres a alguien, quieres que esté contigo.
Definitivamente la vida es un asco, pero hay que vivirla ¿no?
Así que trata de imponer tus intereses sobre los de los demás y triunfarás en esta sociedad...
¿Qué rebelde me ha quedado no?