Cuando el arcoiris se vuelve gris...

Salir, beber, el rollo de siempre, ignorar a quien quieres, incumplir una promesa... Así soy yo y, probablemente, así somos todos. ¿Quién es capaz de velar por las necesidades de los demás sin pensar antes en sí mismo? Nadie, a mi parecer. Todos nos regimos por un egoísmo natural que nos lleva a perder lo que queremos y nos hace sentir desgraciados, incompletos, vacíos... El hombre es estúpido por naturaleza, no sabe lo que quiere y eso le hace errar una y otra vez. Sin embargo, con el tiempo aprendemos de nuestros errores y, aún así, este egoísmo persiste y seguimos fallando una y otra vez, destrozando todo aquello que tocamos. Necesitamos algo que nos pare, y que llegue rápido porque, cuando todo aquello que queremos sea destruído, sólo podremos acabar con nosotros mismos. Debemos encontrar la esencia del hombre, su ser, descubrir qué somos y cual es nuestro destino y sólo así seremos capaces de cumplirlo.