Pausas

Sumergido en el caos, el mundo gira y no sabes a dónde mirar. Te mareas, te asustas, pero sabes que no puedes hacer nada para cambiarlo. Es inevitable porque nada puede ser como quieres que sea. Tienes la sensación de moverte a contracorriente y la seguridad de ir en la dirección correcta. ¿Qué hacer?

De pronto todo cambia a tu favor. La vida deja de darte golpes y aparece un rayo de luz que comienza a iluminar aquél sendero oscuro. Todo es magnífico, increíble, perfecto. Sonríes pensando que el camino permanecerá iluminado todo el tiempo. Pero no es así.

Tras una leve pausa de bienestar vuelves al principio, como si el mundo fuera una montaña rusa, subiendo y bajando. Por supuesto, se tarda más en subir que en bajar, pero el tiempo que pasas arriba es mínimo comparado con la eternidad que pasas en la miseria.

La vida es una mierda... pero prefiero vivir con la esperanza de llegar a otra nueva pausa, otro nuevo amago de esperanza, antes de volver de nuevo y chocar de frente con la realidad.