Aceptación

Destino cruel que me obliga a defender
los frutos de una traición, de un desatino.
Una mujer todo un reino condenó,
no entiendo la situación, ni la he elegido.
Soy el guardián, la llave de mi ciudad,
el que dentro quiera entrar peleará conmigo.
No hay una razón, solo tengo una misión:
combatir hasta el final al enemigo...

Siglo XII adC, las polis griegas se alían en contra de un enemigo común: Ílion. La ciudad es sitiada durante casi una década hasta que, tras los hechos que ya nos sabemos todos, Aquiles decide vengar la muerte de Patroclo y enfrentarse a Héctor, protagonista de este post. Luchó junto con sus hombres por defender su tierra, por los suyos, sabiendo que aún así les amparaba la muerte. ¿Qué se siente en ese momento? ¿Qué le impulso a aceptar ese destino? Esta es la historia de un guardián, es la historia del Guardián de Troya

Ya se acabó, triste final.
Caigo en la tierra, con una herida mortal,
mas si ese es mi destino,
no le haré esperar.
Siento llegar la oscuridad.
Muero tranquilo, he luchado hasta el final.
Por mi hogar doy la vida,
no puedo... dar más.