Sublime, de subliminal

Hoy me siento realmente actualizador. Tanto estudio me ha servido para entender una cosa verdaderamente importante en la vida: estudiar no sirve de nada. Cada día me doy cuenta de lo absurdo que es el mundo empresarial en cuanto a nuevos fichajes.
Está claro que nadie se hace rico ni famoso - o ambas cosas - vagueando, pero tampoco lo serás trabajando para el estado, ni currando en una empresa - a no ser que seas el fichaje estrella, o a veces ni eso, solo hay que ver a Pizarro... de fichaje estrella del PP a ser uno de los diputados que más trabaja, qué pringao - ni siquiera serás famoso saliendo en la tele, colgando un vídeo en Youtube, tirándote a una famosa o creando la cura para una enfermedad. Qué va...
Para ser realmente famoso hay que tener morro pero sin pasarse. No puedes pedir que te regalen cosas, tienes que conseguir que parezca un regalo. Tampoco puedes estar siempre ahí para demostrar que pueden contar contigo... simplemente hazles pensar eso. Y es que para ser de veras rico y famoso hay que tener don de gentes; eufemismos fuera, hay que tener el don de manipular. Y eso no es sencillo, hay que venderse sin exagerar; parecer natural y simple mientras te encargas de conseguir lo que quieres.
Parece fácil pero no lo es.
Ahora es cuando muestro un ejemplo claro. Hace un par de días recibí un email de publicidad de Microsoft que hubiera borrado si no hubiera encontrado tan gracioso el pie del mismo, el cual decía:

Has recibido este mensaje porque para MSN® o Windows Live™ eres un miembro importante. Microsoft® respeta tu privacidad. Para más información, por favor, lee nuestra Declaración de Privacidad.

¿Curioso no? Soy importante para MSN o Windows Live pero no se saben ni mi nombre... Por el amor de Dios, que se os ven las intenciones, manipuladme con un poco más de ingenio.