Como un iceberg

¡Oh! Siempre llegarás a alguna parte -dijo el gato - si caminas lo bastante.
Tu solías ser la reina de los mares;
yo, tan sólo un triste aldeano.
Reemplazados nuestros viejos avatares,
la nada absorbió el verano.

En un oscuro vacío flotamos
cumpliendo una larga condena,
como un iceberg atrapado.

Sin sentido ni destino entramos
en aguas de lágrima y pena:
el océano congelado.

La distancia más larga entre dos lugares,
dice un sabio veterano,
es el tiempo, no los paisajes glaciares;
o si quiera algún germano.
Me gustaría mirar todo de lejos, pero contigo.
Es tu hielo el que me quema
y me derrito con tu olor,
yo sólo quiero quedarme
donde pueda oír tu voz.

Encerraditos
viendo las gentes pasar,
mirando por la ventana,
el invierno en la ciudad.

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