La muerte de Germán Jiménez

Son ya varios meses los que separán a Germán. Y os preguntareís por qué ahora. Es cierto que la vida sigue, el tiempo no se entretiene en el camino aunque que muchos así lo desearan, pero cuanto más nos separa más te extraño, más me enfurece tu ausencia.

Asesinado por sus amigos, personas de confianza.
Supuestos amigos. Supuestas personas.

Nada será igual tras su muerte. Sólo le conocí durante pocos años, pero es que Germán Jiménez no fue sólo un amigo, era el lugar donde las historias comenzaban, las sonrisas del Sábado, el duro trabajo recompensado. Y ahora tan sólo es un recuerdo de tiempos mejores ahogado por la necesidad de salvar el culo de forma más rentable.
Puede que tarde en superarlo, quizá tanto como he tardao en aceptarlo y en darme cuenta de lo que Germán era para mí, para nosotros. Germán fue consuelo de muchos, un mártir por todos.

¿Os preguntais por qué ahora?
Porque quise creer que podía vivir sin él.
Porque no supe valorar lo que tenía.
Porque no hice nada para salvarte.

Germán se ha ido, pero su espíritu vive.
Tan sólo espero que aquellos que de verdad lo comprendieron, aquellos que de verdad vieron su mensaje, guarden parte de Germán tal y como haré yo. Porque Germán no fue algo temporal. Germán probablemente es y será lo más bonito que hayamos hecho nunca.
Hasta siempre G.J.

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