Dos lados, dos mundos

Desde pequeño me ha gustado dibujar pero poco a poco fui perdiendo la ilusión de ser un gran artista al ver la ridícula e insignificante destreza que poseo. Sin embargo, aquél deseo siempre permaneció allí y este verano ha resurgido. No, no me he vuelto un Picasso de golpe, pero si me he propuesto aprender así que desde hace un par de semanas estoy leyendo un libro que asegura poder enseñarte a ver como un artista.

Aún no me he puesto a dibujar, pero lo que encontré en ese libro es mucho más interesante. Según dice el hemisferio izquierdo del cerebro controla la parte derecha del cuerpo, el lenguaje y los razonamientos lógicos; mientras que el derecho se dedica a la creatividad e imaginación, además de la parte izquierda del cuerpo.

La razón por la que la gente ve tan difícil dibujar o, en general, cualquier facultad artística pensando que se trata de un don innato que unos afortunados poseen es la misma que nos hace usar la mano derecha como dominante: el hemisferio izquierdo prevalece sobre el derecho limitando las capacidades artísticas por las lógicas. El verdadero artista es capaz de abstraerse usando tan sólo el lado derecho. Lo que me pareció aun más interesante fue la simbología que tienen ambos lados a lo largo de la historia.

La mano derecha, controlada por el hemisferio izquierdo siempre ha sido la mano hábil, incluso antes los zurdos eran obligados a usarla. Simbólicamente se la asocia a movimientos de derechas, tradicionalistas, a la rectitud y a lo políticamente correcto.

La mano izquierda, controlada por el lado creativo, es símbolo de rebeldía, comunismo y revolución. Siempre bajo el mando de la razón, de la mano derecha.

Del latín dexter (derecha), que significa destreza; sinister (izquierda) significa siniestro... Es como si el lado izquierdo, que controla el lenguaje se estuviera burlando del lado derecho sin poder éste replicar sino mediante el arte.

¿Y me preguntas de qué lado soy? El este mola mas...

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